Duración: 23 días
Itinerario: Washington – Arlington – Penn State University – New York – Boston – Cambridge – Somerville – Salem – Gloucester – Ipswich – Cape Cod – Hyannis – Yarmouth – Orleans – Provincetown – Alexandria
Período: junio – julio
Al regresar de mi aventura de 4 meses con Myriam pronto me encuentro atrapado de nuevo en la rutina de la vida cotidiana. La crisis financiera que atraviesa el país hace que todo sea aún más difícil y me obliga a cambiar trabajo varias veces, alejando así por ahora la posibilidad de irme durante varios meses como me hubiera gustado seguir haciendo. En este contexto, me contento con visitar Italia y Austria por períodos cortos, aprovechando también la oportunidad para visitar a familiares y amigos.
Todo esto hasta que en 2009 me rindo a las peticiones de mi querido amigo Flavio, que quisiera que me uniera a él en Penn State, donde estudia ya desde hace tiempo. ¡Así que finalmente me decido y junto con Myriam compramos un billete de avión a Washington! Tenemos 23 días, así que la idea es ver a Flavio, pero también aprovechar la oportunidad para dar vueltas y conocer un poco la costa este de los Estados Unidos.
Un nuevo mundo se abre delante nuestros ojos, un país muy diferente de nuestra querida Sudamérica, con todos sus pros y sus contras.
Afortunadamente Flavio logra tomarse unos días libres para poder compartir con nosotros parte de nuestro itinerario haciéndonos de Cicerón en Washington y Penn State, donde vivimos de cerca la vida de los college universitarios estadounidenses. El campus está equipado con instalaciones y servicios muy bien cuidados y fascinantes, sin duda un ambiente decididamente estimulante para los estudiantes.
En cambio, confieso no haber apreciado mucho la capital estadounidense, constituida principalmente de oficinas y proyectada casi exclusivamente hacia el mundo del trabajo. Maravillosa, sin embargo, toda el área del National Mall, para entendernos el famoso parque donde se encuentra el Lincoln Memorial.
Después de unos días de relax es el turno de Nueva York, el destino más esperado de este viaje y para el que inevitablemente tenemos grandes expectativas. ¿Y cómo puede ser de otra manera? La Gran Manzana es parte del imaginario colectivo de cada uno de nosotros. El cine, la televisión y la literatura siempre han cantado sus alabanzas, ambientando aquí sus historias tan a menudo, que de alguna manera todos ya sentimos de conocerla a fondo. En realidad, no es así. Nueva York hay que vivirla en primera persona, tocar con mano su energía vibrante que fluye incesantemente sin descanso. Un auténtico organismo vivo y real en continua evolución. Un lugar de fusión de diferentes culturas, experimentos culinarios, innovaciones arquitectónicas, investigación artística de todo tipo, en definitiva, una ciudad que puede abrumar por completo, pero al mismo tiempo también desconcertar. Durante estos días, además de Flavio, se une a nosotros también Enzhu, una amiga suya de nacionalidad china, dando vida a una confrontación cultural que hará nuestra estancia aún más interesante.
Desafortunadamente, llega el momento de despedirse de Flavio, en cuanto debe volver a sus compromisos escolares. Realmente estoy muy contento de haber tenido la posibilidad de conocer su realidad diaria tan alejada de la nuestra.
Nos mudamos a Boston, una ciudad que nos conquista inmediatamente con sus pintorescos ladrillos rojos y con su temperamento tranquilo, más a medida del hombre que la metrópolis que acabamos de dejarnos atrás. La visita de la cercana Cambridge despierta además un encanto particular, probablemente debido en parte a su fama, inspirando casi las ganas de volver a estudiar.
Alquilamos un coche con el que nos dirigimos hacia el norte pasando por pequeñas ciudades provinciales rodeadas de vegetación, carreteras casi desiertas entre bahías, playas y fiestas paisanas. Un entorno relajante y agradable, pasando de pueblos algo kitsch como Salem con sus historias de brujas y fantasmas, a lugares encantadores como Gloucester que con sus muelles característicos y sus muchos barcos se parece al set de cine de la serie juvenil Dawson’s Creek.
Luego rumbo hacia sureste, apuntando a la península de Cape Cod, un largo brazo en forma de gancho, destino de verano por excelencia de New England. Nos esperan pintorescos pueblos y pequeñas comunidades pesqueras inmersas en una naturaleza salvaje entre interminables y ventosas lenguas de arena, faros que se destacan en el horizonte, bahías plácidas y avistamientos de ballenas.
Desde aquí al fin, acabado el tiempo a nuestra disposición, regresaremos a Washington.
Conclusión
No sabía qué esperarme de este viaje. Por supuesto, la idea de volver a ver a Flavio y poner pie por primera vez en América del Norte era electrizante, pero no sabía si iba a apreciar plenamente estas realidades tan lejanas de mi querida América Latina. Afortunadamente, mis temores han demostrado ser completamente inútiles. Aunque generalmente muchos clichés aparecen ser completamente infundados, me llamó la atención el hecho de que la mayor parte de lo que se dice sobre los Estados Unidos es cierto. Y eso en positivo y en negativo. Estoy seguro de que aquellos que se han enamorado de los Estados Unidos en términos de lo que han visto, leído y oído sobre este país colosal no se decepcionarán en absoluto. Todo se ve perfecto, tal vez incluso demasiado, la impresión a veces es que sea casi sólo una fachada. Dicho esto sin embargo, conocí a jóvenes ignorantes, según el estereotipo del estadounidense promedio, y gente extraordinariamente culta y amable. Generalizar como siempre no tiene sentido.
He podido ver de primera mano aspectos positivos con los que en Italia ni siquiera soñamos, como la meritocracia y las oportunidades laborales que ofrece este país. Al mismo tiempo, las desventajas, como el desperdicio alimentar, los excesos y la falta de atención médica gratuita para todos.
A favor y en contra como sucede en todos los países. De una cosa estoy seguro, a este viaje sin duda seguirán otros más para descubrir esta vasta y extraordinaria nación que recorrer on the road le suma un toque extra de magia.
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